Ya estamos a 7 de agosto...y por fin os puedo contar como me fue al llegar a Santiago de Chile... el viaje empezó cuando al subir al coche para ir al aeropuerto el gatete va y se mea encima de mis pantalones...el olor no se fue en todo el viaje más de 20 horas.... pero lo mejor vino cuando quise acceder ya dentro del aeropuerto, donde sólo los que tienen pasaje y/o uniforme puede pasar. En aduanas me piden que casi me quede en pelotas, que sacase todos los aparatos electrónicos (que por supuesto los llevaba TODOS encima) y que saque al gato (el pobre agobiado no...lo siguiente) de su canasto a la vez que me piden que me quite botas y cinturón...acto seguido tenía un mensaje de mi padre que decía: "creí que te iban a despelotar ahí mismo..."
Una vez dentro quise comprar una colonia para bebés, a ver si conseguía quitarme el olor a meado de gato de encima...imposible colonia más barata: Dior 60 Euros eso sí frasco mini...visto el fracaso estuve como una hora en el baño lavando: pantalones, capazo y gato todo en uno...
Por fin en mi asiento, ventanilla!!! y el gato empieza a mauyar!!! ohhh nooo....lo bueno que tienen los aviones es que hacen más ruido que los gatos...por lo que no muchos se enteraron de su presencia (luego entenderéis el por qué). Después de un rato intentando poner una peli en castellano decido que el portugués no es lo mio y me pongo la típica imagen de un avión que casi ni se mueve...el gato casi no me dejó dormir y el vuelo duraba unas 14 horas.... Lo mejor cuando el gato, a las 3 de la madrugada hora española, hace sus cositas y tengo que ir al baño del avión a limpiarle...
Llegada a Sao Pablo Brasil... seguí las indicaciones de una señorita que decía algo parecido a "internacionales"... me senté a esperar a que saliera el número de mi vuelo en la pantalla para dirigirme a la puerta, y al ver que tras un buen rato no salia mi vuelo en las pantallas, decidí preguntar...NO ESTABA EN LA TERMINAL ADECUADA!!! pero no pasa nada tenía como 4 horas para perderme y encontrarme al menos 5 veces... ya en la puerta de embarque puede ver amanecer:
El pantalón seguía oliendo a meado de gato pero creo que ya me he inmunizado... ya en el otro avión el gato empezó de nuevo...pero como ya no tenía sueño pues no me importó demasiado...una vez en Santiago no hubo perdida, lo malo que las maletas salieron de las ultimas y como tenía que registrar al gato creo que fui la última persona en salir de 4 vuelos que llegaron más o menos a la vez...imaginaos la cara de Alberto (el pobre pensó que me había pasado algo y me habían mandado de vuelta)...
Una cosita: los Andes menuda pasada... y como se ven desde Santiago...sin palabras
Ya en Santiago os podéis hacer una idea...no??? hemos estado de papeleo, consulados y legalizaciones pero también hemos podido visitar algo de la ciudad, poco porque hay mucho que ver y es enorme...pero lo suficiente como para decir que es una ciudad con encanto...
En una ermita en lo alto de un cerro en medio de la ciudad.
La bandera en la Plaza de la Moneda.
De cena en un restaurante típico de comida chilena, en uno de los barrios más bohemios...cerca de la casa de Pablo Neruda.
En lo alto del cerro, vista de los Andes...que por la contaminación no se aprecian bien.
Casas bajas...uno de los barrios más bonitos de Santiago.
Y aunque acabo de llegar a Lebu esta mañana después de toda la noche metida en un autobús con Duque mauyando sin parar (lo malo es que no se podían enterar que el gato había subido con nosotros y los autobuses no hacen tanto ruido como los aviones, oh siii)...os lo dejo para dentro de unos días, aun tengo que organizar cositas...
Un beso muy fuerte, os quiero.
Cris
En esta pared de rocas está la Cueva del Toro, un orificio que por el choque de las olas imita el ruido de un toro.
La playa donde se supone que se ocultaban los piratas.
